Qué dolor… Qué tristeza…
Muere… la hija prodigia del universo…la más bella y llena de riquezas, pero a la vez la más pobre de cariño…muere y en las manos de sus hijos; hijos que reniegan de ella, su madre. Durante su vida ha sido despreciada por los hijos de su vientre e hijos adoptivos que le deben todo.
Hay mi Venezuela, has vivido toda tu existencia bajo la esclavitud…por gusto y costumbre de las luces de tu vida…tus venezolanos, que te habitamos, pero que no nos damos cuenta de tan excepcional belleza que posees…
Que historia tan asombrosa vanaglorias de tener…pero a la vez tan triste…fabulas, batallas, guerras, verdades…llenan sus páginas…pero, porque no nos damos cuenta de que el famoso Dorado eres tú, tú mi Venezuela, con tus bellezas, riquezas y tristezas.
¡Por favor! Dejen de destruir a tan bello diamante, a tan bello milagro…
Hay mi Venezuela, tu miseria reside en que tus hijos te desprecian, que no te quieren, y te niegan como patria…y que los hijos que si te aman y adoran son exiliados de tus brazos, son callados y asesinados por los locos del poder…esos dirigentes estúpidos…políticos que han tenido tan grande honor de representarte.
Hay mi Venezuela, mi Dorado…te amo…te adoro…
Hay mi Venezuela, que tristeza llena mi corazón al ver que agonizas en mis brazos, que mueres ante mis ojos por el descuido de tus hijos y el mío propio.
Hay mi Venezuela, mi paraíso terrenal…belleza como la tuya es inigualable, riquezas como la tuya es inimaginable…Solo, si tus hijos despertaran de su retardo y se dieran cuenta del brillo de tu belleza y riqueza.
Venezuela, mi hermoso Dorado…la miseria llena el corazón de tus hijos…la decepción y vergüenza el mío…el odio de mis palabras se los dedico a tus asesinos…
Te amo, te venero…Mi Venezuela
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